Río de Janeiro, Brasil.- El mandatario estadounidense, Barack Obama, elogió la democracia brasileña y expresó el deseo de Washington de "trabajar junto" a Brasil, durante un discurso en el teatro Municipal de Río de Janeiro, donde fue ovacionado por 2.000 personas.
"No siempre nuestros países coinciden en todo, y seguramente tendremos opiniones diferentes en el futuro", dijo el presidente, quien sin embargo aseguró que Brasil y Estados Unidos deben ser "socios". Y explicó: "No sólo porque compartimos una historia común o porque estamos en el mismo hemisferio..., sino porque compartimos ideales esenciales: el poder de la promesa de la democracia", informó DPA.
Obama sostuvo que los que consideran que la democracia impide el desarrollo económico "están equivocados y deben mirar el ejemplo de Brasil: los millones (de personas) que salieron de la pobreza no lo hicieron en una economía cerrada, controlada por el Estado".
"La democracia es el mayor socio del progreso humano", agregó el mandatario. Gracias al sistema democrático, "juntos (Brasil y Estados Unidos) podremos tener nuestra prosperidad común como dos de las mayores economías del mundo".
En su discurso, Obama recordó que la plaza Cinelandia, donde está ubicado el teatro Municipal, fue escenario en 1968 de las primeras manifestaciones de estudiantes para exigir el fin de la dictadura: "Esas aspiraciones recién fueron alcanzadas años después, pero una de esas jóvenes (manifestantes) cambió el destino del país", en referencia a la presidenta Dilma Rousseff.
Por otra parte, el presidente aseguró que su país no quiere "imponer su sistema" a otros países, pero sí apoya los movimientos en defensa de "derechos universales".
"En toda la región hemos visto a jóvenes alzándose para exigir el derecho a definir su propio futuro. El cambio que ellos buscan debe ser realizado por el pueblo... No sabemos qué va a pasar, pero no debemos temer el cambio. Donde se prenda la luz de la libertad, ello hará que el mundo se vuelva más brillante", agregó el líder con respecto a Medio Oriente.
Horas antes del discurso, el mandatario visitó la popular favela Ciudad de Dioses, inmortalizada en la película del mismo nombre, acompañado de su esposa, Michelle, y de sus dos hijas, Malia y Sasha.
Obama acudió a la sede de la Fundación para la Infancia y la Adolescencia, en donde asistió a una demostración de los ritmos que han hecho famosa la música brasileña y jugo futbol con los niños.
"No siempre nuestros países coinciden en todo, y seguramente tendremos opiniones diferentes en el futuro", dijo el presidente, quien sin embargo aseguró que Brasil y Estados Unidos deben ser "socios". Y explicó: "No sólo porque compartimos una historia común o porque estamos en el mismo hemisferio..., sino porque compartimos ideales esenciales: el poder de la promesa de la democracia", informó DPA.
Obama sostuvo que los que consideran que la democracia impide el desarrollo económico "están equivocados y deben mirar el ejemplo de Brasil: los millones (de personas) que salieron de la pobreza no lo hicieron en una economía cerrada, controlada por el Estado".
"La democracia es el mayor socio del progreso humano", agregó el mandatario. Gracias al sistema democrático, "juntos (Brasil y Estados Unidos) podremos tener nuestra prosperidad común como dos de las mayores economías del mundo".
En su discurso, Obama recordó que la plaza Cinelandia, donde está ubicado el teatro Municipal, fue escenario en 1968 de las primeras manifestaciones de estudiantes para exigir el fin de la dictadura: "Esas aspiraciones recién fueron alcanzadas años después, pero una de esas jóvenes (manifestantes) cambió el destino del país", en referencia a la presidenta Dilma Rousseff.
Por otra parte, el presidente aseguró que su país no quiere "imponer su sistema" a otros países, pero sí apoya los movimientos en defensa de "derechos universales".
"En toda la región hemos visto a jóvenes alzándose para exigir el derecho a definir su propio futuro. El cambio que ellos buscan debe ser realizado por el pueblo... No sabemos qué va a pasar, pero no debemos temer el cambio. Donde se prenda la luz de la libertad, ello hará que el mundo se vuelva más brillante", agregó el líder con respecto a Medio Oriente.
Horas antes del discurso, el mandatario visitó la popular favela Ciudad de Dioses, inmortalizada en la película del mismo nombre, acompañado de su esposa, Michelle, y de sus dos hijas, Malia y Sasha.
Obama acudió a la sede de la Fundación para la Infancia y la Adolescencia, en donde asistió a una demostración de los ritmos que han hecho famosa la música brasileña y jugo futbol con los niños.
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