martes, 11 de diciembre de 2012

Joaquim José da Silva Xavier, "Tiradentes"


    (Minas Gerais, 16 de agosto de 1746 - Río de Janeiro, 21 de abril de 1792)

Tiradentes les dejó a los brasileños como herencia el concepto de patria. Sinónimo de héroe en Brasil, el apodo del Mártir de la Independencia surgió por su oficio de arrancar dientes. Oficialmente, se llamaba Joaquim José da Silva Xavier.

Nació en 1746, en una hacienda localizada entre São José Del Rei (actual Tiradentes) y São João Del Rei, en Minas Gerais. Cuando tenía nueve años, él y su hermano quedaron huérfanos de madre y, a los 11, de padre. El niño Joaquim José se fue a vivir con el padrino, un cirujano, con quien aprendió la profesión de dentista práctico. Trabajó también como vendedor ambulante y minero y, con poco más de 30 años, ingresó al Regimiento de los Dragones de Minas Gerais.


En 1781 fue nombrado comandante de patrulla del Camino Nuevo, carretera por donde el oro extraído en la región era llevado a Río de Janeiro. Tenía la patente de abanderado, una especie de subteniente. En 1787, insatisfecho por no lograr ascensión en la carrera militar, pidió licencia del regimiento y se fue a vivir a la capital. En Río, tuvo contacto con las nuevas ideas filosóficas y políticas que provocaron la Revolución Francesa y la independencia de Estados Unidos. De vuelta a Minas Gerais, pasó a predicar la organización de un movimiento por la independencia de Brasil en Vila Rica (actual Ouro Preto) y ciudades vecinas. 

También se involucró por completo en la Inconfidencia Mineira, un movimiento que tenía el apoyo de una parte del clero y de mineros y comerciantes endeudados, que se enfurecieron cuando el gobierno decretó la “Derrama” — una cobranza en oro de impuestos. Uno de los inconfidentes, Joaquim Silvério dos Reis, más tarde traicionaría a Tiradentes.

La revolución, con el apoyo del pueblo, idealizada por el abanderado, nunca sucedió: cuando supo de la conjuración, el vizconde de Barbacena mandó suspender la derrama y arrestar a todos los inconfidentes. El líder del movimiento tuvo tiempo de huir a Río de Janeiro, pero denunciado por Joaquim Silvério dos Reis fue preso y quedó incomunicado durante casi tres años en la Cárcel Vieja, lugar en donde, años más tarde, fue erguido el edificio de la Asamblea Legislativa, el Palacio Tiradentes. El Mártir de la Independencia asumió toda la culpa por la Inconfidencia Mineira, declarando inocentes a sus compañeros. De los diez revolucionarios sentenciados a muerte, solamente la condenación de Tiradentes fue mantenida.

La condenación de los demás fue transformada en destierro. Tiradentes tuvo todos sus bienes confiscados, sus descendientes fueron considerados indignos hasta la tercera generación. Su casa derribada y el terreno salado, para que nada más naciera allí. El 21 de abril de 1792, fue ejecutado en la más alta horca erigida en Río, con 21 peldaños. Su cuerpo, dividido en cuartos, fue plegado en postes, en el camino a Minas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario