domingo, 2 de enero de 2011

Dilma Rousseff promete apoyar el español como segunda lengua de Brasil


JUAN ARIAS Río de Janeiro


"Existe ya en Brasil una ley que obliga a las escuelas públicas a ofrecer a los estudiantes que lo deseen el estudio del español, pero en la práctica la ley es poco operativa por falta de profesores y de recursos. Dilma quiere desatar ese nudo para que la ley pueda tener plena vigencia".

Fiel a su característica de puntualidad, esta mañana la recién estrenada presidenta de Brasil, Dilma Rousseff , llegó a la cita que tenía con el Príncipe Felipe a las 9.30, un cuarto de hora antes encontrándose en la puerta del Palacio los coches de los dos mandatarios.

El encuentro con el Príncipe fue la primera cita privada con un líder extranjero. Debía haber sido el segundo, después del de Hugo Chávez, presidente de Venezuela, que se fue ayer sin esperar a la cita y sin dar explicaciones.

La conversación entre Dilma y el Príncipe duró 40 minutos en los que el intérprete tuvo poco trabajo porque ambos se entendieron en casi todo. Ambos recordaron que las empresas españolas están ya muy presentes y activas en Brasil en sectores básicos como telecomunicaciones, bancos y energía. La presidenta animó al Principe a que España pueda colaborar aun más en un pais como Brasil "en pleno desarrollo".

Dilma citó concretamente los dos momentos que Brasil va a vivir de desarrollo en sus infraestructuras: la Copa del Mundo en 2014 y las Olimpiadas de Rio en 2016, momentos propicios para que las empresas españolas puedan invertir más en el país.

Agradó al Príncipe el empeño de la nueva presidenta en el impulso al crecimiento del país que pueden dar cada día con mayor fuerza las empresas españolas, así como salió muy satisfecho con la promesa de Dilma de impulsar aun más el estudio del español en Brasil para convertir al país en bilingüe portugués español.

Hoy existe ya en Brasil una ley que obliga a las escuelas públicas a ofrecer a los estudiantes que lo deseen el estudio del español, pero en la práctica la ley es poco operativa por falta de profesores y de recursos. Dilma quiere desatar ese nudo para que la ley pueda tener plena vigencia.

En el plano de la colaboración internacional, la presidenta Rousseff recordó al Prínicpe que ya ambos países, trabajan juntos en algunos lugares del mundo como en Haití y le pidió para que en otras zonas, sobre todo en América Latina y África, Brasil y España "puedan ir siempre de la mano".

El Príncipe invitó en nombre de las autoridades españolas y del Rey Juan Carlos a Rousseff a visitar oficialmente a España cuando ella lo juzgue oportuno. Dilma, se lo anotó en su agenda y ella es una política y gestora que "consulta cada día su agenda y no se olvida de las promesas", asegura uno de sus asesores.

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