miércoles, 15 de agosto de 2012

Camino a Río 2016




Dilma Rousseff recibe la bandera olímpica

A rey muerto, rey puesto. Cuando aún no se han apagado los ecos de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y los deportistas que subieron al podio en la capital británica siguen recibiendo homenajes en todo el mundo, las miradas se dirigen ya hacia Río de Janeiro, la ciudad brasileña que a partir del 5 de agosto de 2016 acogerá los Juegos de la XXXI olimpiada, los primeros de la historia que se celebrarán en Sudamérica.


La bandera olímpica que el presidente del COI, Jacques Rogge, entregó al alcalde de Río, Eduardo Paes, durante la ceremonia de clausura de los Juegos de Londres llegó el lunes a la ciudad carioca en el mismo avión que transportó a parte de los deportistas así como al presidente del Comité Olímpico Brasileño, Carlos Arthur Nuzman, y ayer la recibió la presidenta del país, Dilma Rousseff, en un acto celebrado en el Palacio presidencial de Planalto en Brasilia.

"Traer la bandera a Rio de Janeiro es algo muy especial para los cariocas, para Brasil y para toda Sudamérica, porque se trata de un momento en que se abre una oportunidad de transformaciones", aseguró el alcalde a su llegada a Río. Paes señaló que los Juegos Olímpicos duran quince días, pero que lo más importante son las "transformaciones de los próximos cuatro años" que quedarán como legado para la ciudad.

Dilma Rousseff, por su parte, se mostró segura y confiada en el "éxito" de los Juegos de 2016 durante el acto en el que recibió la bandera, en el que también estuvieron presentes Paes, Nuzman y los hermanos Esquiva y Yamaguchi Falcao, que respectivamente ganaron las medallas de plata y bronce en boxeo en los Juegos cde Londres. "Queremos que en Río 2016 aumente el número de medallas y para eso precisamos deportistas como Yamaguchi y Esquiva, quienes serán un ejemplo para los brasileños", declaró Roussef.

Brasil fue 22ª en el medallero de Londres 2012 con 17 preseas (3 de oro, 5 de plata y 9 de bronce), inmediatamente después de España, y se espera que dentro de cuatro años pueda doblar e incluso triplicar esta cifra. El reto deportivo será importante, pero lo será aún más el económico, ya que el presupuesto preliminar de la candidatura preveía inversiones de 14.000 millones de dólares, un dispendio criticado por algunos sectores sociales al que habrá que sumar el generado por el Mundial de fútbol que Brasil acogerá dos años antes. El propio presidente del COI, Jacques Rogge, pidió el mismo día que entregó la bandera olímpica a Paes que Río de Janeiro presente cuanto antes su presupuesto definitivo para los Juegos.

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