domingo, 21 de abril de 2013

El éxito de Corinthians refleja el ascenso de Brasil como potencia económica

WALL STREET JOURNAL
Por LORETTA CHAO


SÃO PAULO—El barrio de clase obrera de Itaquera en esta ciudad refleja el ascenso de Brasil como una potencia económica. Autos nuevos transitan sus calles, la gente abarrota los centros comerciales y las grúas de construcción están por todos lados.
El orgullo de Itaquera, sin embargo, es el gigantesco estadio de fútbol que se está construyendo y que será la primera sede en más de una década de Corinthians Paulista, un club de fútbol conocido por sus raíces modestas. En unos pocos años, el equipo ha pasado de la pobreza a la riqueza y se ha convertido en un símbolo de la creciente fuerza de las clases baja y media, los millones de brasileños que por mucho tiempo fueron ignorados y ahora están transformando al país con su nuevo poder adquisitivo.
Hace cinco años, el club fundado hace 102 años no tenía dinero y jugaba en la segunda división brasileña. Su primer estadio quedó muy pequeño en 1999, lo que obligó al club a alquilar otros estadios para sus partidos de local. Las hinchadas rivales se burlaban de los fanáticos de Corinthians y decían que ellos, al igual que el equipo de sus amores, seguramente vivían debajo de un puente.
Ahora, Corinthians tiene 35 millones de hinchas, Nike Inc. NKE +1.23% es uno de sus patrocinadores y su valor ronda los US$500 millones, lo que lo ubica entre los 10 clubes de fútbol más valiosos del mundo, según la consultora neoyorquina BDO.
En enero, Corinthians se convirtió en el primer club brasileño en traer a un jugador estrella joven de vuelta al país desde las ligas europeas, al pagar casi US$20 millones por el delantero de AC Milán Alexandre Rodrigues da Silva, más conocido como Alexandre Pato.
La contratación se produjo un mes después de otro hito: la obtención de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA, tras derrotar al Chelsea de Inglaterra en Japón, mientras decenas de miles de brasileños los apoyaban desde las gradas.
El entrenador de Corinthians, Leonardo Bacchi, más conocido como Tite, levantó tras el final del partido un letrero sobre su cabeza que decía, "The Favela is Here!", en alusión a los barrios marginales de Brasil.
Los dirigentes del club señalan que modificaron la estrategia de negocios del equipo para aprovechar el creciente poder adquisitivo de sus hinchas. Inauguraron 110 tiendas que venden mercancía oficial desde uniformes hasta lencería con el logotipo del club, estrenan una camiseta al año y crearon un programa de fidelización para tratar de agotar las entradas para los partidos.
La gigantesca inyección de efectivo provista por los hinchas más apasionados ha ayudado al equipo a comprar mejores jugadores y financiar el nuevo estadio, que es subsidiado por el gobierno local puesto que será utilizado para el Mundial que organizará Brasil en 2014.
Pero también hay un claro vínculo macroeconómico. Más de 30 millones de brasileños ingresaron a la clase media entre 1999 y 2009, es decir son miembros de hogares con un ingreso que oscila entre US$507 y US$2.030 mensuales, según la definición del gobierno.
A pesar del enfriamiento de la economía, que creció cerca de 1% en 2012, una fracción de la expansión de los últimos años, la mayoría de la gente ha accedido a una mejor educación y servicios de salud. Además, con la ayuda de programas de crédito, cuentan con un mayor poder adquisitivo.
El hincha más prominente de Corinthians es el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien durante su gestión entre 2003 y 2010 lanzó programas de transferencia de efectivo y crédito diseñados para ayudar a que la clase baja ascendiera a la clase media, que los economistas a menudo llaman clase "C", por debajo de las más pudientes clases "A" y "B".
"Antes, la clase C tenía que gastar su dinero en comida, vivienda, educación y salud", dijo Fernando Ferreira, economista y presidente ejecutivo de la consultora deportiva Pluri, en Curitiba. "Ahora, la economía está creciendo y la gente está gastando más dinero en productos y juegos", afirmó. "La gente puede gastar dinero con Corinthians", añadió.
El nuevo estadio del club, que costaría US$403 millones y estaría terminado en diciembre, tendrá capacidad para albergar a 48.000 personas sentadas, a lo hay que añadir más 20.000 asientos temporales para el Mundial de 2014. Los fans del club ya están viajando en autobús para ver el recinto, que por ahora es poco más que una estructura hueca rodeada por lodo y grúas de construcción.
El estadio será para los Corinthianos lo que "Israel es para los judíos", dijo el vicepresidente del club Luis Paulo Rosenberg. El dirigente subrayó que 90% de los hinchas del equipo siguen siendo parte de la clase C o menor y él planea cobrar un precio más alto por los mejores asientos para subsidiar a los más baratos. Se prevé que las entradas costarán entre US$15 y US$1.000.
Corinthians arrancó en 1910 cuando el fútbol, que los inmigrantes europeos introdujeron en el país, todavía era considerado un deporte exclusivamente de la clase alta. Pero la leyenda cuenta que, una vez que el equipo se empezó a ganar seguidores, cinco hinchas de la clase obrera formaron su propio equipo y, a luz de una linterna en la noche de su fundación, declararon que Corinthians sería "un equipo del pueblo".
La hinchada de Corinthians es conocida popularmente como Fiel o como Banda de Locos por su disposición a viajar cientos de kilómetros y apoderarse de los estadios donde juega el equipo.
La Federación Internacional de Fútbol Asociado, FIFA, estima que unos 30.000 brasileños ingresaron en diciembre al estadio Yokohama, con capacidad para 73.000 espectadores, para presenciar el duelo con Chelsea. Superaron en cantidad, y en fervor, a los fanáticos del club inglés. Muchos hinchas de Corinthians portaron carteles con los nombres de los barrios de donde procedían.
Eduardo César Caetano, un camionero de 39 años proveniente de Freguesia do Ó, un barrio obrero al norte de São Paulo, contó que solamente había salido de Brasil en otra ocasión, un viaje a Buenos Aires también para gritar por su equipo. Por el viaje a Japón pagó con su tarjeta de crédito US$9.403 en cinco plazos por un paquete de siete noches para él y sus tres amigos. "Fueron seis meses duros pagando por esto", expresó. "No sé cuantas veces dormí en mi camión [haciendo turnos extras] para pagar este boleto".
A pesar de los sacrificios, y de perder casi tres kilos y medio en Japón debido a que no se podía comunicar lo suficientemente bien para pedir algo sabroso, Caetano aseguró que viajará de nuevo si el equipo llega a Marruecos para la Copa Mundial de Clubes de 2013. Si ganan, "Terezona se tendrá que quedar sin un lifting el próximo año", prometió, en alusión a su camión.
Antes de la victoria de Corinthians, el equipo era virtualmente desconocido fuera de Sudamérica. Ahora, Rosenberg dijo que tiene grandes ambiciones internacionales, como ganar hinchas en China, en donde el equipo comienza un programa de intercambio para técnicos y jugadores. Como parte de la iniciativa, Corinthians contrató al jugador chino Chen Zhizhao, conocido en Brasil como Zizao. "Barcelona tiene 50 millones de fans", señaló. "Si nuestros planes de invadir China fructifican (...) podemos conseguir al menos 100 millones de seguidores".
—Paulo Winterstein contribuyó a este artículo.

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