ATENEA DIGITAL
Jesús Rafael Argumosa
El pasado 15 de abril tuvo lugar en Brasilia, la II Cumbre entre Brasil, Rusia, India y China (BRIC) - aunque la reunión estaba prevista para el 16, se anticipó debido a que el presidente chino, Hu Jintao, decidió acortar su visita como consecuencia del terremoto ocurrido en su país -. La I Cumbre se celebró, el 16 de junio de 2009, en la ciudad rusa de Ekaterimburgo (Rusia) y la III se hará en China.
El término BRIC fue acuñado por el economista Jim O`Neill de Golmand Suchs, en 2001, refiriéndose a las cuatro economías emergentes mencionadas. Junto al presidente brasileño, Lula da Silva, como anfitrión, estuvieron también el presidente Hu Jintao, ya citado, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, y el primer ministro indio, Manmohan Singh.
Estos cuatro países tienen en común una gran población -Rusia y Brasil, más de 140 millones de habitantes, China e India, por encima de los 1.100 millones-, un enorme territorio -que les proporciona dimensiones estratégicas continentales- junto a una gran cantidad de recursos. En concreto, conforman el 42% de la población del mundo, el 15% del PIB global y el 12,8% del volumen comercial planetario. Desde 2003 están generando el 65% del crecimiento global y disponen de cuantiosas reservas en dólares que suponen el 40% de las reservas totales de las divisas mundiales.
Algunos rasgos iniciales del posible bloque económico que pueden formar los BRIC se sustentan en que China e India serán los grandes proveedores mundiales de tecnología y servicios. En el otro lado, Brasil ocupará una posición de liderazgo en biodiversidad, mineral de hierro, etanol y alimentos mientras que Rusia lo hará en industria de armamento y como proveedor de petróleo y gas natural.
Es verdad que las cuatro naciones tienen unas características de desarrollo económico muy diferentes, por lo que pueden complementarse las unas a las otras en terrenos tales como las finanzas, la energía, los servicios, la tecnología, la agricultura, la protección medio ambiental y la seguridad alimentaria, así como en las negociaciones multilaterales de comercio en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Pero también es cierto que aún existen diferencias importantes no fáciles de solucionar. Con independencia de la indiferencia de Rusia y China hacia los derechos humanos y la democracia, India y China favorecen el proteccionismo agrícola mientras que Rusia y Brasil están en contra. Asimismo, si China e India tienen gran cantidad de poblaciones empobrecidas, la población de Rusia está disminuyendo de forma alarmante.
Los países BRIC tienen un enorme potencial pero, al mismo tiempo, un gran desafío, ya que deben promover políticas sociales y políticas de desarrollo económico para consolidar su crecimiento a largo plazo. El hecho de que los cuatro países hayan contribuido con el FMI y el Banco Mundial para reducir los efectos de la crisis es una muestra del cambio político y económico que están sufriendo.
Según fuentes brasileñas, los países BRIC pueden coordinar aquellas de sus posturas que son cercanas para hacerlas valer en el ámbito financiero internacional. Según su visión, el área financiera es el principal campo de actuación del grupo. Sin duda, esta reunión consolida un cambio importante en un mundo en el que la configuración internacional del poder se está transformando fuertemente.
Entre los temas que están en la agenda del Grupo, destacan la crisis económica mundial, la reforma de la ONU, un nuevo enfoque del comercio mundial, reglas más transparentes y cambios en las instituciones financieras internacionales con vistas a dar mayor voz a los países emergentes. La lucha contra el calentamiento global y la posición de cada país en el tema nuclear, incluido el contencioso iraní, también han sido puestas sobre la mesa en este encuentro.
El hecho de que de las siete grandes potencias que se vislumbran para el año 2025 - Brasil, China, Estados Unidos, India, Japón y la Unión Europea - cuatro de ellas, están intentando constituir un nuevo polo de poder, rompiendo los tradicionales agrupamientos geopolíticos continentales, puede cambiar sustancialmente tanto la configuración geoestratégica internacional como su sistema de funcionamiento.
Aunque los países BRIC manifiestan que no tiene como objetivo crear antagonismo con otros grupos, sino consolidar un foro de coordinación e intercambio de ideas entre cuatro países que "no han tenido el espacio adecuado para transmitir sus propuestas y posturas", no parece un buen síntoma dejar a las otras tres grandes potencias fuera del grupo puesto que se corre el riesgo de volver a la política de "ejes" de la primera mitad del pasado siglo XX, de tan tristes recuerdos. .
En realidad, todo ello supone una apuesta de alto calado por un replanteamiento del sistema geopolítico mundial. Lo que está en cuestión en estos momentos es cuál puede ser la repercusión de este posicionamiento de los BRIC,s en el nuevo orden mundial que conforma el actual y previsible marco estratégico de seguridad internacional.
Por otra parte, Brasil, como anfitrión de esta II Cumbre de los BRIC, -el 15 por la mañana también se celebró en Brasilia, la cuarta cumbre del Grupo IBAS (India, Brasil y Sudáfrica)- está ganando muchos puntos en su envite como un importante actor global aumentando fuertemente su estatura estratégica tanto en el nivel regional como en el horizonte internacional.
*Jesús Rafael Argumosa es General de División
Jefe de la Escuela de Altos Estudios de la Defensa (EALEDE) del CESEDEN.
Como General de Brigada fue Jefe de la División de Estrategia y > Cooperación Militar del EMACON.
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