domingo, 1 de abril de 2012

Brasil refuerza su apoyo al reclamo por la soberanía


RIO DE JANEIRO.- Si bien el apoyo de Brasil al reclamo argentino de soberanía sobre Malvinas es tradicional, en los últimos años se ha vuelto más explícito a medida que el principal socio del Mercosur ha adquirido mayor peso económico y político en la escena mundial. Diplomáticos, militares y analistas brasileños no dudan que su país pueda jugar un papel más activo en las negociaciones con Gran Bretaña, aunque en la sociedad hay gran ignorancia sobre lo que pasa con el archipiélago.

En su primer viaje al exterior, a la Argentina, el 31 de enero de 2011, apenas cuatro semanas después de asumir, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, reiteró en Buenos Aires el respaldo de su país a "los legítimos derechos" de la Argentina en la disputa de soberanía. Volvió a hacerlo en julio de ese año, tras un encuentro con Cristina Kirchner. Y su ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, se lo recordó al canciller británico, William Hague, durante una conferencia de prensa tras su visita a Brasilia en enero pasado. Allí, Patriota defendió también la decisión de Unasur de no permitir el ingreso de barcos con bandera de las islas a puertos de los países miembros.
"Desde que Gran Bretaña ocupó las Malvinas, en 1833, y el entonces Imperio Brasileño envió una nota de protesta a Londres, Brasil siempre ha apoyado las reivindicaciones de soberanía argentina sobre Malvinas, y continúa exhortando a las partes a discutir la cuestión en el ámbito de Naciones Unidas para hallar una solución pacífica y negociada", señaló a LA NACION el embajador Luiz Augusto de Castro Neves, presidente del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri).
El diplomático resaltó que incluso sin aprobar la invasión militar argentina en 1982, Brasil no dejó de dar apoyo político a la Argentina, y fue responsable por los intereses argentinos en Gran Bretaña durante los años posteriores a la guerra, cuando no había relaciones diplomáticas entre Londres y Buenos Aires.
El ex presidente Lula no dejó nunca de referirse a los "legítimos derechos" argentinos sobre las Malvinas, y expresó su preocupación por la exploración petrolera que Gran Bretaña y la administración de las islas autorizaron. Cables diplomáticos recientemente revelados por WikiLeaks confirmaron que el gobierno brasileño "no quería a los británicos cerca de sus reservas de petróleo".
"El tema de las reservas de hidrocarburos reavivó la atención de Brasil, que sostiene que hay que proteger los recursos naturales sudamericanos de potencias externas. El compromiso brasileño con el reclamo argentino sobre Malvinas es histórico y permanente; pero ahora hay un interés estratégico por fortalecer los vínculos con nuestros vecinos y defender nuestras riquezas regionales", apuntó el general Durval Andrade Nery, del Centro Brasileño de Estudios Estratégicos (Cebres).
Gracias a su crecimiento económico, Brasil está en condiciones de hacer valer su voz y presentarse como garante de los intereses de la región. "A su debido tiempo Brasil hará valer su peso para demarcar su zona de influencia. La causa Malvinas goza de mérito regional, razones objetivas desde el punto de vista del derecho internacional, y tiene sentido en el marco de los intereses de Brasil, que comparte valores y riquezas naturales con la Argentina", destacó el experto en asuntos latinoamericanos Alberto Pfeifer, profesor de la Universidad de San Pablo.
Según los analistas consultados, se puede esperar que a medida que Brasil aumente su relevancia en la arena mundial, se incrementen sus esfuerzos por jugar un papel más activo -político, diplomático y económico- en la solución de la disputa.
No obstante el interés en las élites brasileñas, en la mayoría de la población existe un profundo desconocimiento sobre las Malvinas. "El brasileño común piensa que los habitantes de las islas son argentinos oprimidos por militares británicos. La opinión pública desconoce que ya hay nueve generaciones de isleños, que son casi autosuficientes y que no quieren saber nada de pertenecer a la Argentina", contó la periodista de O Globo Mariana Timoteo, que ha estado en el archipiélago y comentó que al regresar a Brasil mucha gente le pregunta si los isleños hablan español y comen dulce de leche..

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